Des-encuentros 40 años después

Hay historias que si no conoces de primera mano creerías que son mentira. Esta historia le pasó a mi papá.

A finales de los 70's y principios de los 80's mi papá tuvo el mejor trabajo de su vida, muy bien pago, hacía lo que le gustaba, viajaba mucho y lo mejor, tenía excelentes compañeros de trabajo, personas que en su momento llamó amigos, incluso se eligieron mutuamente para ser padrinos de bodas y de sus hijos, me atrevo a pensar que después del ejército es una de las mejores etapas de su vida.

El caso es que vinieron las crisis de una manera insospechada, lo que en mi casa se llaman las vacas flacas y poco a poco los amigos desaparecieron, el trabajo empeoró y la vida no era la misma, fueron muchísimos años para recuperar la tranquilidad económica con mucho esfuerzo y apoyo de mi mamá.

El día a día, el trabajo, las niñas creciendo, el paso de los años hicieron que nunca más volvieran a saber unos de los otros durante más de treinta años, hasta que el año pasado, más o menos en mayo, un señor de unos 40 años, barbado, se le acercó a mi papá y le preguntó con nombre y apellido si era él, estando en la sala de espera de un hospital mi papá alcanzó a pensar que era un médico, un asistente o algo así, se presentó como el hijo de uno de los más cercanos amigos de esa época, casualmente el que había sido pajecito en la boda de mis papás, tiene un nombre súper particular así supo al instante quién era. Su papá estaba hospitalizado y él estaba haciendo trámites, intercambiaron teléfonos con la promesa de llamarse y luego de que su papá se recuperara un poco, volverse a ver.

Todo hay que decirlo, mi papá no es un chico que perdone fácilmente ;) y tenía mucho dolor del abandono que sintió de sus amigos en un momento duro de su vida. Por supuesto, me cansé de decirles (a mi mamá también) que llamaran, que era muy raro que se encontraran en este momento de su vida, que era por algo y me sacaban excusas, que no tenían tiempo, que la otra semana, que dentro de 8 días y así sucesivamente, hasta que un jueves en la noche mi mamá llamó y la esposa de él estaba llorando porque él no se aguantaba el dolor, tenía cáncer, era terminal y ya ni la morfina le hacía efecto. Ya se imaginarán que la siguiente semana la llamada no fue para un tinto sino para un entierro...

Yo estaba en shock, la vida les había dado la oportunidad de despedirse, uno no se encuentra con una persona treinta años después por casualidad, y no quisieron. Va uno.

A principios de este año, otro amigo muy querido con el que no se hablaban hace como 20 años, volvió a escena, ya no recuerdo si lo buscaron, se llamaron, se preguntaron, el caso es que también quedaron en llamarse para un tinto. Entró perfectamente a la clínica un jueves para un examen y el sábado en la madrugada había fallecido, fue en marzo. Van dos.

En el entierro del señor que murió de cáncer mi papá se reencontró con todos los amigos de la época y uno especialmente estaba muy bajo de ánimo, su esposa tiene una enfermedad crónica y está en cama hace varios años, tiene enfermera pero él es el único que está a cargo de ella, un señor muy simpático, siempre con un chiste, pero que los años no lo habían tratado muy bien, mi mamá dijo en su momento que "se veía muy acabado".

Pasó el tiempo y por supuesto el plan era ir a almorzar un día, charlar, recordar viejos tiempos, tomarse un tinto, pero tampoco fue, la semana pasada llamaron a mi papá a decirle que se había muerto y le dio durísimo, yo realmente no me acuerdo del señor, estaba muy chiquita cuando perdieron contacto, pero cuando le pregunto a mi papá por teléfono si estaba triste porque se había muerto su amiguito, me responde: "Era un compañero muy especial, siempre con el chiste. Cuando tu naciste y reunieron plata en la empresa para comprarte un regalo, él lo llevó a la casa, me parece estar viéndolo subir por las escaleras con el corral en la mano, esos detalles nunca se me olvidan" y yo, me puse a llorar...y no, sigo sin entender por qué pasan estas cosas 37 años después...

Comentarios

  1. Sorpresas te da la vida como dice la canción.

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    1. Si Tracy, sorpresas que no siempre son agradables.

      Gracias por pasar, leer y comentar ;).

      Un abrazo

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  2. Aquí sentada frente al pc llorando al leer esto. Que triste es el alejarse, los motivos que llevaron a eso, y lo que sucede cuando algunas veces dejamos pasar oportunidades... pero es que quién va a imaginar que esas personas ya no van a estar allí?.
    Yo recién llegada siento algo parecido, el temor a algunas cosas vistas y vividas, el no saber si las personas que se aman tendrán vida, pero con salud para seguir disfrutando de ellas?. El pensar que has perdido 12 años de compartir con ellos, de que sean parte de tu vida y de la cotidianidad que da la cercanía, los abrazos, las charla, el tinto en familia .
    Siento que hice poco y aun así me siento cansada, agotada y triste... Definitivamente es la vida.

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    1. Uf Pilita! Es tan impredecible, tan inesperado.

      Qué te puedo decir, te entiendo, pero que tú felicidad sea el pago de estar lejos, que disfrutes tu vida en dónde estés para que valga la pena el no estar aquí.

      Me imagino que después de compartir tantos días pues el "volver" se hace más difícil, pero como tú dijiste, guarda lo lindo, los abrazos, los tintos, las comidas y todas las cosas lindas para abrigarte cuando te sientas triste.

      Te mando un abrazo de esos que nos dimos cuando nos vimos.

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