A dónde se van mis días...

Desde el jueves de la semana pasada por fin pude parar y decir tengo tiempo para algo. Hace como 5 meses que no tenía ni idea a dónde se iban mis horas, mis días, mis semanas, porque si, trabajo, pero siendo sincera, a veces teniendo mucho que hacer simplemente no tenía ganas y me tomaba mañanas o tardes con la esperanza de poner pausa y asimilar los acontecimientos de mi vida. He analizado mi estado de ánimo reciente, ese cambiante entre triste, frustrada y mal geniada que ha hecho que mis amigas huyan de mi despavoridas porque no saben cómo tratarme y decirme las cosas, hasta razón tienen. Y todo el mundo pensará: "es el matrimonio el que la tiene así, pobrecita, no ha podido asimilar los cambios que se le vinieron encima" , pero no señoras, no es eso, ya he estado así en otras oportunidades y no había estado casada. El problema es más personal, como de metas estancadas, como no encontrar el camino para llegar a la felicidad, a la risa, a la pasión por las c...