Había una vez...otra vez

Siempre, siempre he estado segura que mi número de suerte es el 11, con ese número me gané un carro en una rifa y no estoy mintiendo. Por eso tenía tanta fe en el 2011 y definitivamente fue mi año, re-descubrí que soy una mujer afortunada, muuuuy afortunada. 1. El 2011 me devolvió la vista de una manera increíble, llevaba años "programando" la cirugía para mi ojo derecho que se negaba a ver y que hacía mi enfermedad más progresiva, corriendo el riesgo de un trasplante de cornea. Mi papá tomó parte del dinero de su pensión y me la regaló, cuando quise pagársela se ofendió conmigo y me dijo que su dinero era para hacernos felices y que no lo tenía para nada más sino para nosotras. Así que el 2011, me dio una mirada nueva. 2. Fortalecí mis clientes de trabajo y entré a espacios gráficos en los cuales me negaba a trabajar, como los impresos, las revistas y la imagen corporativa, sorprendentemente y contra todos los pronósticos lo disfruté de principio a fin. 3. Como mi pap